Cómo dormimos con nuestra pareja dice mucho sobre el estado de nuestra relación. La friolera de 94% de las parejas que pasan la noche en contacto son felices con sus parejas, 10% de las parejas duermen separadas y 25% de las parejas discuten en la cama porque sus parejas no les dejan dormir.
Según estudiosEstas son las posturas más habituales para dormir en pareja:
Libertad (27%) - espalda con espalda sin tocarse. Las parejas que duermen en esta posición están conectadas y seguras de sí mismas. Esta postura demuestra a la vez cercanía e independencia.
Cherish (23%) - espalda con espalda, tocándose. Esta postura es habitual en las nuevas relaciones. Las parejas que duermen en esta posición están relajadas y cómodas la una con la otra.
Charla de almohada (3%) - cara a cara, sin tocarse. Este muestra la necesidad de intimidad y comunicación cercana en la cama.
Nudo de los enamorados (8%) - cara a cara, con las piernas entrelazadas durante 10 minutos, luego la pareja se separa para dormir. Se trata de un compromiso entre intimidad e independencia.
Cuchara (18%)- toques de delante hacia atrás. Un miembro de la pareja adopta una postura protectora sobre el otro. Una posición tradicional.
El Romanticismo (4%) - uno de los miembros de la pareja está tumbado con la cabeza y el brazo sobre el pecho de su pareja. Se ve a menudo en las nuevas relaciones, muestra un amor vibrante, apasionado o reavivado.
Los amantes (2%) - cara a cara con las piernas entrelazadas toda la noche. Posición romántica e íntima, que también muestra una falta de independencia el uno del otro.
Superhéroe (3%) - un miembro de la pareja tumbado en posición de estrella de mar, mientras el otro se agarra a la cama. Esta posición muestra el dominio de un miembro de la pareja sobre el otro.
Varios - lo que les haga sentir cómodos. Estas parejas dan prioridad a la comodidad, juntos o separados.
Como en todo, hay problemas con pareja durmiendo. Por suerte, puedes resolverlos fácilmente.
Las probabilidades de que encuentres una pareja que comparta tus preferencias de mimos son aproximadamente 10%, y el resto 90% de nosotros las envidiamos y odiamos a partes iguales. Intenta llegar a un compromiso: acurrúcate cuando te duermas y cuando te despiertes, pero retírate a lados separados durante las horas de sueño. O acurrucaros durante más tiempo algunas noches a la semana y dejar el resto de las noches para dormir a solas. El compromiso es la clave.
Si uno de los miembros de la pareja necesita un dormitorio a oscuras para dormir y al otro le gusta mirar el móvil o hacer cualquier otra actividad que implique pantallas o luces brillantes, eso puede causar algunos desacuerdos. La mejor solución es un antifaz de calidad.
Este es uno de los principales problemas cuando se vive en una zona urbana. Las obras, los vecinos ruidosos, el tráfico... todo eso estropea el patrón de sueño. Y además, puede que tu pareja ronque. Hay muchas soluciones posibles para este problema. Algunos prefieren pequeños ventiladores, otros máquinas de ruido blanco, o música tranquila, la tele encendida toda la noche u otras cosas. Si todo lo demás falla, un buen par de tapones para los oídos resuelve la mayoría de los problemas.
La ansiedad por dormir es algo muy inconveniente. Te pones nervioso porque no puedes dormir, y no puedes dormir porque estás muy nervioso, y se crea un círculo mágico del que es difícil escapar. Una buena música ambiental, un podcast relajante o un masaje de tu pareja pueden solucionar este problema.
No es lo mejor si a tu pareja le gusta dormir con frío y tú prefieres morirte a pasar frío, o al revés. Si el compromiso no funciona, siempre puedes calentarte tú. Esto nos lleva al siguiente tema.
Tu futuro yo dormilón te agradecerá que metas un pijama de seda, un camisón o lo que prefieras en la bolsa de viaje antes de irte a casa de tu pareja. Por el contrario, si prefieres dormir al natural, díselo a tu pareja. Seguramente no se quejará.
Si resulta que roncas, lo mejor es que se lo digas a tu pareja enseguida. Pronto se darán cuenta por sí mismos. Existen varios tratamientos para los roncadores, según cuál sea la causa. Y si compartes la cama con una persona que ronca, la solución más fácil es dormir en camas separadas, pero eso también os priva de cercanía e intimidad. Si acaso, puedes invertir en unos buenos tapones para los oídos o en una máquina de ruido blanco.
Si tu pareja y tú tenéis horarios diferentes para iros a la cama, eso puede causar algún conflicto, sobre todo si uno de los dos es fácil de despertar y difícil de volver a dormir. No es recomendable dormir separados, aunque eso resolvería la mayoría de los problemas. El factor clave es la voluntad de compromiso, para que ambos podáis acordar iros a la cama a la misma hora.
La forma en que la pareja duerme junta dice mucho de una relación. Las distintas posturas al dormir revelan diversos niveles de intimidad e independencia. También hay problemas derivados de la falta de sincronía de las parejas, pero la mayoría son fáciles de resolver o de transigir.
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