Esta posición es muy buena para la espalda, ya que la coloca en posición recta. Además, dormir en esta posición también ayuda a que el colchón sujete la columna vertebral. Lo ideal es que todo el mundo duerma boca arriba sin almohadas, ya que así el cuello queda bien colocado.
También es ideal para las personas que desean conservar su aspecto juvenil el mayor tiempo posible, ya que la cara no está en contacto con la almohada y, por lo tanto, no hay fricción, lo que puede provocar la aparición de arrugas en el rostro.
Veamos ahora algunos inconvenientes de esta postura. Si una persona sufre de ronquidos y apnea del sueño tendrá más dificultades para dormir en esta posición. La causa de que esto ocurra es la gravedad. Obliga a la base de la lengua a bloquear las vías respiratorias de la boca, lo que dificulta la respiración y el resultado son esos sonidos desagradables que a no mucha gente le gusta oír.
Es una postura en la que se duerme boca arriba pero con las piernas separadas y dobladas hacia los lados de la cabeza. Se sabe que esta postura es útil para tratar el reflujo ácido y beneficiosa para la columna vertebral y el cuello, ya que se colocan en una posición neutra.
Sin embargo, esta postura tiene un inconveniente. Puede causar algunos problemas respiratorios que eventualmente pueden conducir a la apnea del sueño.
Lo creas o no, esta postura para dormir es una de las más populares. En esta postura, la persona está tumbada boca arriba o de lado con las manos bajo la cabeza o el cuello. Las manos proporcionan un apoyo adicional al cuello, lo que puede reducir el dolor de cuello y hombros.
Los inconvenientes de esta postura para dormir son la sensación de entumecimiento en los brazos y la rigidez en el cuello si las manos no están bien colocadas.
La mayoría de la gente utiliza la almohada para apoyar la cabeza y el cuello mientras duerme. Pero una almohada también puede utilizarse de otras formas. Si quieres llevar el sueño boca arriba a un nuevo nivel, lo mejor es colocar una almohada debajo de las rodillas. Colocar una almohada debajo de las rodillas reduce la tensión y la presión sobre la columna vertebral y favorece la alineación natural de la zona lumbar, mientras que la almohada para la cabeza mantiene la curvatura del cuello.
El único posible inconveniente de esta postura es que puede provocar irritaciones en la piel, ya que la almohada roza la piel mientras duermes.
Contrariamente a la creencia popular, esta postura para dormir es bastante común.
Se recomienda dormir sobre el lado izquierdo a las mujeres embarazadas, ya que mejora la circulación del corazón, lo que es muy beneficioso tanto para la madre como para el bebé. Las personas que padecen afecciones médicas como acidez estomacal y reflujo ácido también pueden encontrar muy útil esta posición para dormir.
Por desgracia, dormir sobre el lado izquierdo puede ejercer presión sobre el estómago y los pulmones y provocar entumecimiento en los brazos.
Los resultados de muchas encuestas muestran que la mayoría de las personas que duermen de lado tienden a hacerlo sobre el lado derecho. Esto permite que la columna vertebral esté en su posición natural, lo que hace que esta postura sea muy cómoda.
Pero dormir de lado tiene algunos defectos. Dormir en esta posición ejerce presión sobre el hígado. Los estudios también han demostrado que dormir sobre el lado derecho puede provocar ardor de estómago y aumentos significativos en el tiempo total de eliminación de ácido y reflujo.
Las personas que duermen en esta postura lo hacen de lado, pero con los brazos estirados hacia delante. Muchos investigadores consideran que esta postura es saludable, ya que la espalda y las piernas están rectas, lo que mantiene la columna recta y alargada. Favorece la curvatura natural de la columna y reduce el dolor de espalda y cuello.
Sin embargo, si una persona duerme en esta postura durante un periodo prolongado, puede sufrir dolores musculares en los brazos.
Sorprendentemente, muchas personas que duermen de lado también tienden a abrazar una almohada mientras duermen. Los investigadores no saben por qué, pero suponen que abrazar una almohada mientras se duerme tiene un efecto calmante en la persona.
Por otro lado, el lado malo de dormir así es que la persona puede experimentar entumecimiento en los brazos.
Es una postura muy popular entre los adultos. Se recomienda a las mujeres embarazadas y a las personas que sufren de mala circulación sanguínea y ronquidos.
Pero hay que tener cuidado al dormir así. Si la persona se acurruca demasiado, puede sufrir problemas de espalda y cuello.
Se trata de una postura en la que la persona duerme tumbada boca abajo. Dormir en esta posición puede ayudar a ronquidos y la apnea del sueño.
Según muchos estudios, es la peor postura para dormir. Es incómoda para la espalda, ya que aplana la curva natural de la columna vertebral. Además, dormir con la cabeza girada hacia un lado sobrecarga el cuello.
La postura al dormir es crucial para un sueño reparador. Si no estás satisfecho con la calidad de tu sueño y te gustaría mejorarla, no dudes en probar cualquiera de estas posturas durante unas cuantas noches y ver si hay alguna mejora. Como alternativa, consulta estos consejos para dormir mejor. Le deseamos buenas noches y dulces sueños.
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