Si tienes una almohada que no sea de espuma (de látex, microfibra o para el cuerpo), prueba a doblarla por la mitad. Si la almohada no recupera su forma plana, probablemente sea el momento de comprarla.
Echa un vistazo a tus almohadas sin su funda. Si el color empieza a amarillear, es culpa tuya. Todo lo que nuestra cabeza desecha durante el sueño queda atrapado en la propia almohada. Si el color va seguido de olores extraños, deberías plantearte seriamente comprar otra almohada.
Si quiere una almohada en buen estado, no la utilice. Los bultos en el material son una señal de que el material de la almohada está empezando a perder consistencia. Esto afecta a la calidad del confort y también compromete el soporte para la cabeza que ofrecen las almohadas. De nuevo, una clara señal para comprar almohadas nuevas.
Algunas almohadas vienen con esto, no es broma. Las almohadas de poliéster suelen tener fechas de caducidad marcadas en sus etiquetas. Esto se debe a la descomposición natural del material de la almohada, pero no te asustes por eso. Muchos otros factores determinan si tu almohada es buena para la basura. El desgaste, el uso de una funda de almohada y la frecuencia con que se duerme sobre ella son otros tantos factores. Aun así, comprueba la fecha de caducidad, sobre todo si tu almohada ha envejecido un poco.
Dependiendo del material, el fabricante y las condiciones de uso, las almohadas duran desde un par de años hasta un par de décadas en algunos casos. Sin embargo, el material del que está hecha es el factor clave para saber cuánto durarán sus almohadas. En la tabla siguiente se compara la longevidad de una almohada según el material del que esté hecha:
Material | Longevidad |
Pluma | Más de 20 años |
Abajo | Más de 20 años |
Plumón sintético | 2-3 años |
Espuma/látex | 2-3 años |
Poliéster | 1-2 años |
Los materiales naturales salen claramente vencedores. La pluma y el plumón son los responsables de la longevidad de estos materiales, pero incluso ellos se rompen con el uso frecuente o el paso del tiempo. Los materiales sintéticos parecen romperse mucho más rápido, pero si se cuidan, durarán un par de años más. En cualquier caso, la longevidad debe tenerse en cuenta si lo que busca es una almohada nueva.
A menudo se pasa por alto el cambio de almohadas, sobre todo si dormir no es un problema. Cambiar las almohadas no es sólo una cuestión de comodidad, sino también de higiene. Ignorar el ciclo de vida de una almohada en favor de los patrones de sueño establecidos puede ser perjudicial para la salud - especialmente si es propenso a las alergias u otras afecciones dermatológicas.
Sinceramente, no es tan difícil ni caro. Puedo garantizar que la mayoría de nosotros, con poca frecuencia en el mejor de los casos, cambiamos esta parte de nuestra cama. Pruébelo, sobre todo si tiene problemas para conciliar el sueño. Cambiar el entorno de nuestro cuerpo es esencial para cambiar los patrones de sueño poco saludables. Por lo tanto, añada una nueva almohada a su cesta de la compra si presenta alguno de estos síntomas: no se arrepentirá.
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