No es ningún secreto que Internet está lleno de música relajante para dormir. Suelen ser temas instrumentales, ritmos de baja fidelidad, sonidos de la naturaleza o una combinación de todos ellos. Y, hasta cierto punto, hay ciencia para respaldar su título como música para dormir.
En primer lugar, la música puede afectar al sueño a través de los latidos del corazón. Esto se debe a que las canciones que tienen alrededor de 60 pulsaciones por minuto pueden hacer que tu cerebro y tu ritmo cardíaco se sincronicen con el ritmo y te permitan conciliar el sueño más rápidamente. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esto está ligado a las pulsaciones por minuto o al tempo.
Por lo tanto, incluso la música clásica no será de mucha ayuda si es muy rápida. Así, algo como la Primavera de Vivaldi, que alcanza los 113 BPM, no te ayudará necesariamente a conciliar el sueño. Dicho esto, la música no es la única forma de conciliar el sueño.
Si alguna vez has improvisado en tu habitación con un micrófono falso y tu canción favorita a todo volumen en los altavoces, sabrás que la música provoca mucha felicidad cuando te metes en ella. Y a la larga, tocar música que te haga sentir así ayuda muchísimo.
La música puede ayudarte a lidiar con el estrés y cambiar completamente de actitud. Y esto no se refiere sólo a la música pop. Incluso el heavy metal, que está muy estereotipado por personas ajenas a su comunidad, enciende la alegría en el cerebro ¡y nos ayuda a seguir siendo felices!
Y si eres feliz durante el día, es mucho más probable que lo seas por la noche. A su vez, ser feliz por la noche puede ayudarte a conciliar el sueño mucho más rápido. Esto se debe a cómo el estrés afecta al sueño y a veces incluso desencadena ciertos trastornos del sueño.
Esto es también la investigación sugiere que la musicoterapia podría ser una forma eficaz de luchar contra el insomnio. Así que, por ahora, escuchar música parece una rutina ideal para irse a dormir.
Aunque esta ventaja es un poco más marginal que la del ejemplo anterior, merece la pena destacarla. Ya hemos hablado largo y tendido de cómo un rutina óptima para acostarse puede arreglar la eficiencia de tu sueño y conseguirte un descanso constante.
Y el razonamiento es muy sencillo: si tocas la misma música todas las noches, tu cuerpo empezará a acostumbrarse y, a su vez, "se dormirá a la primera". Esto se debe simplemente al hecho de que tu mente asociará esas canciones con el sueño y, por lo tanto, se verá incitada a provocarte somnolencia cada vez que las escuches. Eso sí, no te dejes llevar por las canciones más populares o podrías quedarte dormido mientras sales por la ciudad.
Bromas aparte, crear tu propia lista de reproducción con música relajante que te guste puede ayudarte a crear un hábito y, posteriormente, a conciliar el sueño un poco más rápido. Eso sí, asegúrate de no hartarte de escuchar la misma canción todas las noches.
Otra de las grandes ventajas de tener la música puesta es que es poco probable que oigas otra cosa. Por ejemplo, si alguna vez tenía vecinos ruidososya sabes que incluso el mero hecho de pasear pueden mantenerte despierto durante horas.
Sin embargo, si escuchas música de fondo, es probable que te resulte más difícil distinguir sus movimientos y, por tanto, menos molesto. Dicho esto, asegúrate de no ser tú el vecino ruidoso que mantiene despierto a otro con tu música.
Por último, nos gustaría hablar de un hecho bastante interesante: que la música puede afectar a tus sueños. En un estudio denominado Música y sueñosse determinó que quienes escuchaban música, cantaban o tocaban un instrumento durante el día y su infancia tenían más probabilidades de tener también música en sus sueños.
Y esto es especialmente fascinante cuando se trata de músicos, ya que hay multitud de ejemplos de compositores famosos inspirados por un sueño que tuvieron. Por tanto, interactuar con la música mientras estás despierto hace que la música sea más frecuente en tus sueños, lo que puede ayudarte a crear música nueva. Un ciclo muy positivo.
Hasta ahora sólo nos hemos centrado en los aspectos positivos. Y, siendo realistas, estamos seguros de que para muchos de ustedes los efectos positivos son los únicos que van a experimentar. Dicho esto, dado que las probabilidades de que se produzcan estos riesgos son superiores a cero, creemos que sigue siendo necesario señalarlos.
Aunque esto contradice todo lo que hemos dicho hasta ahora, es cierto en algunos casos concretos. En primer lugar, si pones tu canción favorita mientras intentas dormirte, probablemente no vas a tener mucha suerte. Si la canción tiene letra, lo más probable es que sientas la tentación de cantarla.
Y, como puedes imaginar, ni el karaoke ni las canciones cantadas ayudan a conciliar el sueño. En segundo lugar, la música no siempre tiene que provocar emociones positivas. Por ejemplo, si te encuentras con una canción que te recuerda una parte desagradable de tu vida, es probable que te quedes pensando en ella durante un rato.
Por último, si pones tu lista de reproducción en aleatorio, podrías asustarte a ti mismo. Por ejemplo, si una canción muy alta o agresiva empieza a sonar cuando aún estás en la fase N1 o N2 del sueño, es posible que te levantes de la cama de un salto, asustado. Esto no tiene nada que ver con el género musical, sino con el volumen de la canción.
Aunque todos estos puntos no son válidos si te limitas a reproducir la música en un altavoz, los auriculares presentan algunos problemas potenciales. Al fin y al cabo, pasan toda la noche en tu oído. Así que vayamos de la situación potencial menos peligrosa a la más peligrosa.
El resultado menos peligroso es que te des la vuelta en la cama y dañar accidentalmente alguna parte del canal auditivo con el auricular. No es muy probable y la mayoría de los auriculares fueron diseñados para evitar esta situación exacta, pero es técnicamente posible.
En segundo lugar, si mantienes los auriculares puestos durante mucho tiempo, el cerumen podría empezar a acumularse y provocar complicaciones en el futuro. Una vez más, esto no es muy probable, pero sigue siendo posible.
Por último, si utilizas auriculares normales, el cable puede enrollarse alrededor de tu cuello y asfixiarte mientras duermes. Sin embargo, esto no ocurre con los auriculares inalámbricos más modernos. Y tampoco es demasiado probable que ocurra, pero debes tenerlo en cuenta si tienes niños muy pequeños.
Entonces, ¿es la música una alternativa viable a la consulta de un médico del sueño? No. Sin embargo, creemos que es mucho más probable que te ayude a conciliar el sueño de forma rápida y eficaz de lo que puede perjudicarte. Sólo tienes que acordarte de buscar música a unos 60 bpm que te guste escuchar y ¡seguir improvisando en tus sueños!
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